Otro bocado de realidad

He esperado varias semanas y he ido mirando cartas al director, algunos blogs, pero no veo que nadie se haya hecho eco de esta "noticia".

Una vez liberados los tripulantes del pesquero Playa de Bakio, secuestrados por piratas en las costas de Somalia, leo con tristeza los testimonios de los protagonistas, entre los que destaca éste publicado en El País el 30 de abril:

"Cuando los vimos entrar a todos en el comedor, les preguntamos: '¿Nos vais a matar?'. Dijeron que no, que nos liberarían al caer el sol. Luego esperamos 45 minutos, y cuando salimos, ya no estaban", recordaba ayer Gueto Nounce, natural de Seychelles, sólo tres días después de la liberación, y un día antes de volver al trabajo.
No va a descansar, ni quiere tiempo para olvidar lo ocurrido. Necesita ahorrar. "Me pagan 170 euros al mes. No es mucho, pero gasto poco, porque apenas estoy en casa, y quiero comprarme una. Aquí son muy caras, unos 35.000 euros", explica desde la modesta vivienda que comparte con otros 11 familiares en Victoria. El sueldo normal de un marinero español es de 1.200 euros fijos y un variable que depende del volumen de pesca. En un mes bueno, pueden llegar a los 2.000. "Cuando nos apresaron, la pesca no iba muy bien", añade Gueto.

¿Cómo es posible que nadie haya reparado en la tremenda injusticia que significa que un marinero africano cobre sobre un barco español la décima parte que sus compañeros? ¿No se le cae la cara de vergüenza a nadie por ello?. No son sólo las grandes multinacionales las que van a explotar al tercer mundo, hasta un pesquero de pocos tripulantes se puede permitir ya ese "lujo". Efectivamente, el mundo está lleno de piratas.