... nos encontramos con una actitud curiosa hacia un colectivo que garantiza el éxito de nuestra agricultura. A los emigrantes, los necesitamos y los odiamos. En cuanto llegan a un distrito, se topan con esa antipatía atávica del lugareño hacia el extraño, el forastero, con un odio que se repite desde comienzos de la historia, desde la aldea más primitiva a nuestras granjas industriales. A los emigrantes se les odia por los siguientes motivos: porque son sucios e ignorantes, porque traen enfermedades, porque su presencia obliga a un incremento de los efectivos policiales y del gasto escolar, y porque si llegan a organizarse, pueden llegar a negarse a trabajar y a arruinar cosechas enteras. Nunca logran ser admitidos en la comunidad ni en la vida de la comunidad.Son auténticos vagabundos a los que se les niega el derecho a integrarse en las poblaciones que necesitan de sus servicios.
No, no es actual, es un libro de 1936. Y habla de California, es de John Steinbeck, Los vagabundos de la cosecha.
Son los mismos argumentos que muchos usan hoy, los seres humanos no avanzamos nada....
miércoles, junio 13, 2007
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1 comentario:
Creo que lo copiaré para una futura entrada en mi blog. ^_^
Más besos!
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