sábado, septiembre 22, 2007

El motivo inicial



de este blog fue darles un pequeño espacio a mis tesoros de cuatro patas.
Luego la vida diaria me hace escribir de cualquier cosa como se ve.

Pero ahora mismo empiezo a corregirlo.

Siempre digo que mi nombre, mi nick es un juego con sílabas de mi nombre, fue una señal del destino cuando me inscribieron en el registro civil.

Sí, amo con delirio a los gatos y por eso comparto mi vida con tres y muchos más están a mi alrededor de una u otra manera.

Empecemos las presentaciones con el jefe de la casa:

Zizou. Cuatro años y cuatro kilos de gato bueno. Comilón. Goloso. Dormilón. Mimado. Adorado. Único.

miércoles, septiembre 19, 2007

Legalizar la crueldad


¿ QUEREMOS VER A NUESTROS PÁJAROS ASÍ ?

El gobierno catalán intenta legalizar la caza de pájaros con liga (cola) mediante un decreto.Este método cruel está específicamente prohibido por las leyes europeas porque además es masivo, no es selectivo y es imposible controlar adecuadamente.En nombre de la “tradición” los cazadores usan reclamos eléctricos y centenares de miles de zorzales en migración desde el norte de Europa, y un 30% de pájaros de especies protegidas, son atraídos a los árboles embadurnados de liga, en “barracas” cerradas, y muertos en las comarcas catalanas del Ebro entre octubre y noviembre.En el mismo proyecto de decreto el gobierno catalán quiere también legalizar una modalidad de caza con red nombrada “filat”, que consiste en atrapar pájaros sedientos atraídos por recipientes de agua, método también prohibido en España por no ser selectivo e imposible de controlar.La protección de la naturaleza desarrolla en todas partes nuevas actitudes, pero nuestro gobierno “progresista y ecologista” mira hacia un pasado de caza de supervivencia que destruye especies protegidas.Solicitamos tu firma para nuestra campaña contra esta legalización y reenvía este mail a tus conocidos.La biodiversidad es patrimonio de todos.
Si has leído ésto, por favor, pasa a dejar tu firma contra esta salvajada en:

De vuelta con los cantantes

Veamos un trocito de esta entrevista publicada en El País de fecha 16 de septiembre en la que Juan Cruz entrevista a estos taurinos "ma non troppo":

P. Después de Zaragoza fueron a Barcelona, a los toros, a ver a José Tomás. La web de la gira está llena de recriminaciones por ir a los toros.
Serrat. Fui con mi amigo a los toros; quería acompañarle, era en mi ciudad, e iría con él adonde hiciera falta. No soy taurino. Acompañé a mi amigo.
Sabina. Mi taurinismo es lo único que me acerca a Goya o a Hemingway. Y mi torero es José Tomás. Ahora, estoy contra todas las corridas donde no está José Tomás. Y me pareció fatal lo del toro alanceado de Tordesillas y todas esas barbaridades de la España profunda y oscura.

¡¡Acabáramos!! ¡Si le ha faltado compararse con Picasso!
Y eso que dice Sabina es como si alguien dijera que está en contra del maltrato a las mujeres pero con la excepción de si el que maltrata es su amigo Fulanito que para eso de los sopapos es un artista. Una incoherencia de diez, vamos.

Pero claro, todo esto empieza a pasar factura. Cartas en los diarios. Quejas en las radios. Y las entradas del concierto de Barcelona que no acaban de venderse y sólo faltan dos semanas....

Por lo que Serrat decide continuar con el lavado de imagen y en el momento de más audiencia de la TV del domingo, en un descanso de la final de la Eurocopa de baloncesto, jugando España y oliendo ya la medalla de oro que luego se perdió por un punto, entrevistan a Serrat.
Le comentan que dentro de dos días ellos actuarán en ese mismo palacio de los deportes y tal. Por dos veces Serrat afirma que ama el baloncesto para dejar claro que no va por relaciones públicas.. ni mucho menos.. que lo suyo es amor! Y en eso... al preguntarle la entrevistadora por qué no ha ido Sabina al partido contesta: "Es que Joaquín es más de albero y yo soy más de parquet"

Podía haber dicho: "tenía otro compromiso". O "lo verá por TV". O " a Joaquín le gusta más su Atletic" o "está resfriado" o.... pero no... como siempre el Noi demostró que es un experto en nadar y guardar la ropa. Puñalada trapera le llaman a esto?

martes, septiembre 11, 2007

Martes negro

Negro

ROSA MONTERO 11/09/2007

Hemos llegado otra vez al martes negro. Hoy, en Tordesillas, como todos los septiembres, una horda de energúmenos armados con lanzas perseguirán a un toro y lo pincharán, cortarán, empalarán, atravesarán, tajarán allá donde buena o malamente le atinen con los hierros (la tripa, los riñones, la cara, el morro, el pecho y los pulmones, los costados), cientos de lanceros durante horas, en esa sádica tortura que se llama el Toro de la Vega. Como si no hubiera ya suficiente dolor en el mundo, suficiente daño.

Últimamente, a raíz de los terribles abusos en la cárcel de Abu Ghraib, se ha vuelto a hablar del famoso experimento psicológico que se hizo en 1971 en la Universidad de Stanford (EE UU), en el que estudiantes voluntarios fingieron estar dentro de una prisión, unos como reclusos y otros como guardianes. El experimento debía durar 15 días, pero lo interrumpieron al sexto porque entre los guardianes brotaron muchos sádicos feroces, y entre los presos hubo numerosos derrumbes emocionales. Quiero decir que el ser humano es un animal especialmente conflictivo y enfermo, y que dentro de nuestros corazones anida la crueldad. Ya lo decía Konrad Lorenz, el padre de la Etología: "Creo haber encontrado el eslabón perdido entre los animales y el Homo sapiens: somos nosotros".
Pero también llevamos dentro la intuición de la Belleza, y la ambición de ser mejores de lo que somos, y eso nos permite superar nuestros instintos bestiales. Esos vecinos de Tordesillas (que no son todos, sino sólo una parte) que se empeñan en llamar fiesta al salvaje, perverso y lentísimo tormento de un animal, y que llevan allí a sus niños para que se les encallezca el alma y se eduquen en la psicopatía de gozar con el sufrimiento de un ser vivo, están fomentando la parte más enferma y más dañina de su personalidad. Están cultivando justamente esa zona atroz e inhumana que condujo a los excesos en Stanford, que creó torturadores en Abu Ghraib. Esto que digo no tiene nada que ver ni con la honra de Tordesillas ni con la tradición. Esto tiene que ver con el constante esfuerzo de los seres humanos por civilizarse. Por favor, que los lanceros intenten superar esa pulsión sanguinaria y cruel tan patológica. Que aspiren a ser mejores de lo que son.

miércoles, septiembre 05, 2007

Sabina y la "kale borroka"

En el diario El País, Sabina se ha destapado llamando "kale borroka" a los manifestantes antitaurinos de Barcelona. ¿Desliz del subconsciente quizás?
El "cantante" mezcla lo catalán con lo vasco con mucha naturalidad, no? En el estilo más puro de la cope, los Losantos, los "peperos" y compañía. Ya sólo le faltaba nombrar al "diablo" Carod Rovira. Y es que hay que ver qué malos somos los catalanes. Y qué insolidarios con nuestros pitos y pancartas jodiéndoles su sangrienta fiesta.

Y sigue en Interviu:

"No agredan sin comerlo ni beberlo,
rabinos de la veda de la gracia,
talibanes de santa ecolocracia,
si quieren comprender vayan a verlo"

¿Qué quieres que vayamos a ver, Sabina? ¿La sangre, la tortura, la agonía y la muerte de un animal desafortunado que cae en manos de quien se cree superior a él porque va armado y escoltado?
Eso ya lo hemos visto, y muchas veces. Tú y los tuyos nos hacéis tragar a la fuerza esas imágenes sin respetar horarios infantiles ni telediarios, ("que estamos comiendo, coño" ). Sin respetar a los que no queremos verlo nos los habéis metido desde hace 51 años en el salón de casa. Hasta cuando TVE era la única y no podíamos cambiar el canal.
Eso sí, lo sé, siempre nos ha quedado el derecho a apagar la tv y ahí os las compongáis con vuestra miseria moral.

Y aunque estoy harta de repetir lo obvio, lo hago:

¿Talibanes y terroristas nosotros? Si nosotros que estamos en contra la tortura y la muerte somos los teroristas. Entonces.... vosotros que aplaudís la tortura y la muerte ¿qué sois? ¿misioneras de la madre Teresa?

Cosas veredes, Sancho.

El dedo que acciona el gatillo

Como la pereza me puede en estos primeros días de septiembre en que todavía no he recobrado el pulso normal, si es que alguna vez lo he tenido ;-), recupero este artículo de Mosterín del año pasado y que no quiero que quede en el olvido.
El dedo que acciona el gatillo
JESÚS MOSTERÍN

EL PAÍS - Opinión - 01-11-2006
El rey Juan Carlos I ha desempeñado un papel indudablemente positivo en dos momentos delicados de nuestra historia reciente. La transición de la dictadura de Francisco Franco a la actual democracia española habría sido más difícil y arriesgada sin la presencia de un puente que uniera ambas orillas con el beneplácito más o menos explícito de todos los bandos implicados.
El generalísimo Franco nombró a Juan Carlos de Borbón como su sucesor en la jefatura del Estado, por lo que los franquistas no tuvieron más remedio que aceptarlo, por muy a regañadientes que fuera. Franco murió el 20 de noviembre de 1975 y sólo dos días después Juan Carlos juró como Rey ante las Cortes del régimen moribundo. Al cabo de unos meses, Juan Carlos nombró jefe de Gobierno a Adolfo Suárez, ministro de la Falange reconvertido en instaurador de la democracia. El 23 de febrero de 1981 los fantasmas del anterior régimen todavía nos depararon el esperpento televisado del asalto al Congreso por Antonio Tejero al frente de 200 guardias civiles. Pistola en mano y dedo en el gatillo, Tejero mantuvo secuestrados a los diputados durante 18 horas, a la espera de que se le uniesen las unidades militares. Juan Carlos I, vestido de uniforme de capitán general, apareció en la televisión y ordenó a los militares que se mantuviesen dentro de la ley y obedeciesen a las autoridades legítimas, con lo que la intentona quedó abortada. En ambas ocasiones Juan Carlos de Borbón, bien aconsejado, estuvo a la altura de las circunstancias.
En las distancias cortas, Juan Carlos es campechano y jovial, y fácilmente despierta la simpatía de sus interlocutores. No destaca por sus virtudes intelectuales ni por su fina sensibilidad, pero ello tampoco es exigible a un monarca constitucional, que en definitiva es una figura decorativa, a la que basta con no provocar escándalos para mantener su trono. Aquí no me refiero a pecadillos triviales, sino a conductas que produzcan indignación moral profunda o que choquen frontalmente con los valores de nuestra época.
Hoy en día, la conciencia ecológica y bioética y la preocupación por la vida en nuestro planeta desempeñan un papel fundamental en la emergente cultura global. Aunque la caza tenía mucho sentido durante el Paleolítico, lo perdió por completo tras la revolución del Neolítico, que tuvo lugar hace unos diez mil años. Es cierto que a los reyes asirios les llevaban leones en jaulas para que el monarca los alancease. Se suponía que el rey siempre estaba machacando cabezas de enemigos y que en los ratos libres se entretendría matando animales. Todavía a mediados del siglo XX, los jerarcas del franquismo y los hombres de negocios enchufados intercambiaban favores corruptos a la sombra de la complicidad establecida durante sus cacerías compartidas, que además aliviaban su exceso de testosterona. Varias de las mejores películas del cine español, como La caza, de Carlos Saura, o La escopeta nacional, de Luis García Berlanga, testimonian de este oscuro periodo.
En cualquier caso, ahora vivimos en el siglo XXI, cuyos valores e inquietudes no son los del Paleolítico ni los del Imperio Asirio y ni siquiera los del franquismo. Incluso en Inglaterra ya han prohibido su tradicional caza del zorro, y eso que el zorro no está en peligro de extinción. En su tiempo, Félix Rodríguez de la Fuente trató de atraer a Juan Carlos hacia la nueva sensibilidad, pero la muerte prematura del primero privó al segundo de una saludable influencia que quizás habría acabado apartándolo del gatillo, por el que siempre ha sentido afición.Las especies en peligro de extinción son objeto de intensa preocupación, sobre todo si se trata de animales tan notables y emblemáticos como el oso. Los osos, que ya eran abundantes en la península Ibérica en el Pleistoceno medio, han sido perseguidos con saña hasta su casi total exterminio. ¿Dónde están los osos de Madrid, la villa del oso y del madroño, dónde están los osos que dan su nombre al gran monasterio gallego de Oseira? Los millones de niños enamorados de sus osos de peluche, ¿tendrán la oportunidad de ver osos de verdad en el futuro? La Unión Europea se está gastando millones de euros en reintroducir algunos osos en las zonas de las que habían desaparecido, como los Pirineos. Un número grande y creciente de españoles comparte esta preocupación y contempla con indignación moral que todavía se sigan cazando estos magníficos y escasos animales.
La pulsión del dedo que aprieta el gatillo y produce el derrumbe del animal grande y hermoso lleva a cazadores adinerados y sin escrúpulos a ofrecer sumas ingentes de dinero a agencias como Abies Hunting, especializadas en organizar cacerías terribles de elefantes en África o de osos en Europa. La zona de Europa donde todavía podría salvarse una población viable de osos está en los Cárpatos de Rumania, aunque incluso allí la población se ha reducido a la mitad en los últimos años y empieza a estar amenazada. El sanguinario dictador Nicolae Ceausescu solía desfogar sus malos instintos con la caza de osos desde su chalet de Covasna, en plena Transilvania, la tierra de Drácula. El ex comunista Adrian Nastase fue primer ministro de Rumania hasta diciembre de 2004, en que perdió las elecciones ante el demócrata Traian Básescu. Nastase era también presidente de la Asociación Rumana de Cazadores y atraía a personajes ricos o influyentes conocidos por su afición al gatillo con la promesa de ofrecerles osos que fusilar y, para mayor morbo, alojándolos en el chalet de caza del mismísimo Ceausescu.
En octubre de 2004, en los últimos días de Nastase en el poder, la agencia Abies Hunting organizó a Juan Carlos de Borbón un viaje privado para matar osos en los Cárpatos. El Rey pasó el fin de semana en Covasna, hospedado en el chalet del dictador Ceausescu, y le dio gusto al dedo accionando repetidamente el gatillo y abatiendo a tiros a cinco osos y otros animales. El escándalo estalló en la prensa rumana y rápidamente dio la vuelta al mundo a través de Internet. Apenas tres meses después, en enero de 2005, la prensa austriaca dio a conocer una nueva cacería de Juan Carlos, llegado expresamente en avión privado a Graz con la correspondiente comitiva de guardaespaldas. Tanta cacería lejana empezaba a oler a chamusquina. El diputado Joan Tardá preguntó al Ejecutivo si pensaba pedir disculpas al pueblo rumano y si le parecía ético que el Rey gastase el dinero que le otorga el Estado en la caza de especies que en muchos países europeos, incluida España, están protegidas por la ley. El senador Iñaki Anasagasti interpeló al Gobierno español para saber “cuánto cuestan estas cacerías, quién las paga y con qué gente va”. El Gobierno se escabulló como pudo, contestando que las cacerías son “actividades de carácter privado” de la Casa Real y que, por lo tanto, están “excluidas de refrendo por parte del Gobierno”. También declinó informar sobre su costo, ya que “el Rey recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global… y distribuye libremente la misma”. El portavoz de la Casa Real mantuvo su mutismo, alegando no tener acceso a la agenda privada del Rey.
Pero ni por esas. La pulsión de apretar el gatillo parece ser incontenible. En octubre de 2006, Juan Carlos volvió a ir en avión especial nada menos que a Rusia a fin de abatir otro oso. El diario moscovita Kommersant ha publicado la carta del técnico responsable de la caza en la provincia rusa de Vólogda, donde había tenido lugar la presunta cacería, consistente en colocar delante del rey a un “bondadoso y alegre oso” del zoo local, llamado Mitrofán, transportado en una jaula y soltado para que el rey lo abatiese de un tiro, como así ocurrió, por lo que el técnico lamenta que con estas prácticas “se transforme la caza en una payasada sangrienta”.
La noticia de que el Rey de España había ido hasta Rusia en avión especial a matar a un oso drogado enseguida ha dado la vuelta al mundo. La Casa Real se ha limitado a poner en duda que el oso estuviera drogado, que es lo de menos. Estas cacerías de animales protegidos o en peligro no incrementan precisamente el prestigio del Monarca y seguro que en su misma familia gozan de limitada aceptación. Alguien debería aconsejar al Rey, por su propio bien, que de una vez por todas aparte el dedo del gatillo.